Habiendo desayunado temprano en la mañana, partimos hacia Colon. De pasada, y luego de 3hs. aprox. de viaje, paramos en el Palacio San José, actual museo nacional Justo José de Urquiza. Allí conocimos aquella espectacular estructura que le perteneció al caudillo J. J. de Urquiza, que vivió entre 1801 y 1870. Característica de un federal que fue varias veces gobernador de Entre Ríos y una vez presidente de la Confederación Argentina, la estancia presentaba numerosas habitaciones, avances importantes para la época, y lujos como un lago propio, una capilla, además de cuidados jardines. Toda la historia del Palacio y de Urquiza se nos fue explicada por un guía.
Cuando terminamos el recorrido, continuamos con nuestro viaje hacia “La Aldea”, un complejo de cabañas en Colon, donde nos íbamos a alojar los 2 días restantes. Llegamos allí a las 15:00 aprox. para comer. Luego se nos fueron asignadas nuestras habitaciones y descansamos un momento para mas tarde iniciar con las actividades recreativas. Un administrador de “La Aldea” fue quien organizaba lo juegos. El primero fue rápido y poco divertido; fue el siguiente el que más nos divirtió. Consistía en dos grupos de alumnos divididos por un gran surco con agua y barro, y mientras una persona de un grupo pasaba el canal a través de la tirolesa, los integrantes del otro conjunto debían tirarle barro. Una vez terminado el juego, nos metimos en el río Uruguay y luego fuimos a nuestros cuartos a bañarnos y prepararnos para cenar.
Cuando terminamos el recorrido, continuamos con nuestro viaje hacia “La Aldea”, un complejo de cabañas en Colon, donde nos íbamos a alojar los 2 días restantes. Llegamos allí a las 15:00 aprox. para comer. Luego se nos fueron asignadas nuestras habitaciones y descansamos un momento para mas tarde iniciar con las actividades recreativas. Un administrador de “La Aldea” fue quien organizaba lo juegos. El primero fue rápido y poco divertido; fue el siguiente el que más nos divirtió. Consistía en dos grupos de alumnos divididos por un gran surco con agua y barro, y mientras una persona de un grupo pasaba el canal a través de la tirolesa, los integrantes del otro conjunto debían tirarle barro. Una vez terminado el juego, nos metimos en el río Uruguay y luego fuimos a nuestros cuartos a bañarnos y prepararnos para cenar.
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